El menosprecio de Andorra a Cataluña
Tal vez fue en una de estas reuniones de alta política internacional en la Moncloa cuando las autoridades andorranas, siempre tan claudicantes con los deseos de España, pactaron abstenerse el día que se votase la petición de Cataluña como miembro de pleno derecho de la Federación Internacional de Patinaje. Aquella abstención, pero, fue aún más cobarde que un voto en contra, ya que Andorra no solo estaba al corriente de las presiones y manipulaciones españolas a diferentes países para que Cataluña fuese rechazada, también sabía como eran, de vitales, para esta, los votos afirmativos. Abstenerse, por lo tanto, era lo mismo que votar en contra, pero sin que pudiese ser dicho. Ahora, está claro, ya hace un cierto tiempo, de aquello. Aun así, hay situaciones que tienen una significación especial y aquélla sirvió para que millones de catalanes, al salir de nuestro azoramiento, comprendiéramos qué es lo que podemos esperar de Andorra en materia de apoyo internacional.
El ministro de Deportes andorrano con Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte
durante los hechos de Fresno y Roma. El mandatario españolha manifestado varias veces que
nunca aceptará selecciones catalanas oficiales.
Si, a pesar de ello, alguien tiene dudas del menosprecio que sienten las autoridades andorranas por Cataluña, basta que ponga atención a la fotografía que ilustra este artículo o que se acerque a la calle de La Llacuna, número 14, de Andorra la Vella, y vea como se cumplen los designios del Común para embadurnar día tras día el nombre del Centro de la Cultura Catalana. De nada han servido las reiteradas peticiones, de palabra y por escrito, que desde hace dos años ha hecho el Centro al Departamento de Higiene para que los contenedores y toda la broza que los acompaña sea desplazada a un rincón más conveniente. La desvergüenza del Común, asimismo, aún va más lejos, ya que la basura fue desplazada durante 24 horas el pasado 19 de mayo al saberse que el Centro sería visitado por Jordi Pujol. El día siguiente, está claro, se restableció la “normalidad” y la porquería volvió a la puerta de la embajada cultural de Cataluña. Quizás sea que a Andorra le gusta mucho el dinero de los catalanes que la visitan, pero no le interesa nada su cultura. Por ello vierte los desperdicios ante la puerta del Centro que la representa. Será interesante que los catalanes conozcan esta realidad a ver qué piensan.
Exterior de la sede del Centro de la Cultura Catalana, en la calle de la Llacuna de Andorra la Vella.
Bon Dia , 4/7/2006 (catalán)
El Periòdic d'Andorra , 4/7/2006 (catalán)
Més Andorra , 5/7/2006 (catalán)
El Punt , 11/7/2006 (catalán)
radiocatalunya.ca , 11/7/2006 (catalán)
Racó Català , 13/7/2006 (catalán)
normalitzacio.cat ,13/7/2006 (catalán)
Eurotribune.net , 18/7/2006 (catalán, inglés, español, francés)