Estado de sitio en Euskal Herria
Ante este estado de cosas, la izquierda abertzale haría bien en no menospreciar al Partido Socialista. ¿Habrá que recordarle que fue bajo el régimen de ese partido que el Estado español vivió los casos más escandalosos de corrupción política, de tortura policial y de terrorismo de Estado? ¿Habrá que recordarle que se trata del mismo partido que ha elaborado una Ley de la Memoria Histórica que no anula los juicios sumarísimos del franquismo y que, con los votos del PSC y de ICV, sigue considerando legal el fusilamiento del presidente Lluís Companys? Pues bien, esa fuerza política ha llegado hasta el extremo de imponer un estado de sitio a la población guipuzcoana de Segura, con identificación de sus habitantes y control absoluto de sus movimientos. La reunión de cuatro personas en algunas poblaciones de Euskal Herria para hablar de política es delito de terrorismo. Exactamente igual que en la época de Franco. "Más de dos, no", decían entonces.
Claro que también podría llegar la suspensión de la autonomía vasca, como piden Alfonso Guerra y Juan Carlos Rodríguez Ibarra, pero no hará falta porque el lehendakari Ibarretxe no celebrará ningún referéndum sin un acuerdo con el Partido Socialista. Ibarretxe domina muy bien la gestualidad, pero es difícil que plante cara al gobierno español hasta el punto de ponerlo en evidencia ante todo el mundo. Cosa que es una lástima, porque la mejor manera de mostrar la baja cultura democrática de alguien es que se le vea sublevándose contra un referéndum. No hay imagen más patética, en política, que la del enfrentamiento entre urnas y armas, entre demócratas y totalitarios. Es decir, las urnas secuestradas por la fuerza de las armas. Y pensar que hay quien llama a eso Estado de derecho...
e-notícies , 15/10/2007 (català)
Berria , 18/11/2007 (euskara)
Nabarralde , 18/11/2007 (español)